jueves, 24 de septiembre de 2015

Yo también quiero ser un guardián entre el centeno~




 
"Muchas veces me imagino que hay un montón de niños jugando en un campo de centeno. Miles de niños...Y están solos, quiero decir que no hay nadie mayor vigilándolos. Sólo yo.Estoy al borde de un precipicio y mi trabajo consiste en evitar que los niños caigan a él.En cuanto empiezan a correr sin mirar adonde van, yo salgo de donde esté y los atrapopara que no caigan. Eso quiero ser yo, un guardián entre el centeno". 



Este libro nos presenta a Holden Caulfield, un chico de 16 años, que ha sido expulsado por quinta vez, esta vez de una escuela privada llamada Pencey. Lejos de ser un chico al que le falten los recursos y tenga una mala manera de vivir, lo que pasa es que no le gusta nada y aborrece a todo  (y todos). Luego de enterarse de la noticia que de seguro decepcionará una vez más a sus padres, decide huir de Pencey hasta el día oficial de su expulsión, el mismo en que sus padres se enteraran oficialmente también. Así es como se aventura unos días por Nueva York, donde casi por primera vez se enfrenta a el mismo, solo y ante su propio fracaso escolar, las rígidas normas de una familia tradicional y la sexualidad más allá del deseo en sí. Para Holden el ser adulto no significa nada más que quedarse en regresión en vez de seguir adelante. Además de eso tiene idealizada a su brillante hermana menor; Phoebe, quien es el único lazo que le queda con su infancia.


Personalmente, me cuesta mucho realizar una reflexión crítica sobre este libro sin caer en la subjetividad, porque lo considero uno de mis libros favoritos.

Yo creo que lo que más me unió a este libro, fue el hecho de quedarme reflexionando mucho sobre el, y eso pasa por los tópicos que atraviesa a lo largo del relato que nos cuenta Holden, empezando porque pareciera que el único que la pasa mal es el y lo demás viven sus vidas con total plenitud, esto es quizás lo que cualquier adolescente que esté en la parte más dura del proceso piensa; y probablemente todos en algún momento lo pensamos o lo pensaremos.

En este libro primero que todo nos encontramos con un protagonista muy particular: Holden, un adolescente que a lo largo no se hace querer por ser particularmente correcto, adorable o noble, sino lo que nos encontramos es un chico de personalidad sarcástica y mordaz, profundamente inseguro, desilusionado de el y de lo que se le viene al crecer, pero también de una personalidad solitaría y constantemente reflexiva ante cualquier situación.

Holden nos ataca con una ola de acontecimientos incompletos, donde pasamos de un encuentro con una prostituta, a emborracharse y divagar por la ciudad. Quizás uno de los aconticimientos más importantes es cuando visita el museo al que su hermana Phoebe había visitado, donde podemos ver que Holden lo que más aprecia es la infancia, por estar libre de hipocresía y ser el polo opuesto a la etapa a la que el está cruzando. El paso de la infancia a la adultez le aterra a Holden, no quiere ser parte del mundo hipócrita, malvado y feo que le espera, es por eso que cuando su hermana Phoebe le pregunta “¿qué te gustaría ser?” “¿Te acuerdas del poema de Robert Burns ‘Si un cuerpo encuentra a otro cuerpo, cuando van entre el centeno’? [...] Yo sería el guardián entre el centeno. Evitaría que los niños cayeran a un precipicio” en la medida de lo que uno sepa de lo que habla Holden, quizás se sentirán como me sentí yo, prácticamente golpeada y consternada. Ahí se muestra el deseo de Holden de proteger al mundo infantil, de felicidad plena y absoluta del paso a la adultez.

En cuanto a la forma y los recursos estéticos, el libro esta narrado en primera persona el protagonista, en donde quizás para introducirnos más en la mente de Holden, nos encontramos con un vocabulario muy limitado, con muchas muletillas y manías del propio adolescente, pero esto lejos de ser algo negativo, en realidad es lo más idéntico al relato de un adolescente de 16 años, además tenemos una narración sin censura ni tapujos, que habla de la sexualidad en la adolescencia tal cual es. La narración y el desarrollo de la historia son muy caóticos e impredescibles, cosa que aporta también al contexto en el que nos encontramos: la visión personal de un adolescente. Sí bien, que Holden no evolucione a lo largo de la historia, pueda ser punto de crítica, eso a mi parecer lo hace más fascinante de lo que podamos esperar.

Además de todos estos tópicos, cabe recalcar, que este libro a pesar de tener una gran cantidad de años de su contexto histórico, el mensaje entregado a las generaciones de esa época, sigue siendo el mismo al de las generaciones actuales.También como dato curioso, este libro estuvo prohibido en las bibliotecas estudiantiles por mucho tiempo, debido a como trataba de manera pura la etapa adolescente; las groserías, el sexo, el deseo, la codicia, etc.


Sin dudas para mi, este libro es fascinante, lo recomiendo a todos los que están pasando por esta etapa, porque que en este personaje quizás encontrarán las mismas inquietudes y miedos, e incluso esas ganas de huir insensatamente. Y para finalizar, no lea El guardián entre el centeno pensando que se encontrará una adolescencia americana de película con un mundo de color rosa y perfecto y con finales adornados en felicidad y cariño.Entre otras cosas, no crea los comentarios conspiracionales que relacionan este libro como el favorito de los asesinos, que tiene como ejemplo famoso al asesino de John Lennon, y NO señor, yo no comenzé a asesinar gente luego de leerlo y si también le molesta en cierto modo el descontento adolescente, es probable que no sea hora ya de leerlo, a menos que quiera sentirse identificado nuevamente con Holden y quiera usted mismo ser un aútentico guardián entre el centeno.




"No cuenten nunca nada a nadie. En el momento en que uno cuenta cualquier cosa, empieza a echar de menos a todo el mundo”  Holden Caulfield.-